USO DE FÁRMACOS EN LA
LACTANCIA
Información general
Casi todos
los fármacos pasan en cierto grado a la leche materna, pero el significado de
este hecho sobre el lactante depende de:
·
el grado de paso del fármaco a la leche
·
la cantidad de leche ingerida por el lactante en
cada toma
·
si la cantidad ingerida en cada toma es la misma
·
la frecuencia de las tomas
·
si el fármaco es absorbido por el lactante
·
si el lactante es afectado por el fármaco.
Existen
problemas para determinar qué fármacos están contraindicados en las madres que
amamantan a sus hijos, debido a los muy limitados estudios en el hombre. Los
datos muchas veces se obtienen de informes sobre casos con un número muy
pequeño de individuos o de informes anecdóticos sobre efectos adversos en
lactantes alimentados al pecho que se asocian a los fármacos que toma la madre.
Pero se
piensa que, a menos que un fármaco sea altamente potente y tóxico incluso a
concentraciones muy bajas, o tenga efectos acumulativos en los lactantes debido
a la inmadurez de su metabolismo y eliminación, la excreción del fármaco en la
leche no tiene por qué representar un peligro importante para los lactantes.
Contraindicaciones
Están
contraindicados de forma absoluta (imposibilidad de lactancia materna en caso
de necesitarlos) los siguientes fármacos:
·
Anticancerosos
·
Radiofármacos
·
Ergotamina y sus derivados (metisergida, etc.)
usados en jaquecas
·
Litio (antidepresivo)
·
Cloramfenicol y tetraciclinas (antibióticos)
·
Fenilbutazona (analgésico-antiinflamatorio)
·
Atropina (anti colinérgico)
·
Tiouracilo (anti tiroideo)
·
Yoduros (antitusígenos)
·
Mercuriales (diuréticos)
Fármacos de venta
libre
Deben
tenerse cada vez más presentes, debido a su disponibilidad para los
consumidores y a la tendencia creciente al auto diagnóstico y al tratamiento de
las pequeñas enfermedades auto limitadas. Entre ellos se incluyen:
·
Analgésicos, como ácido acetilsalicílico,
ibuprofeno y paracetamol;
·
Antihistamínicos contenidos en preparados para
el resfriado, la sinusitis y la tos, en los destinados a combatir el vértigo y
en los somníferos;
·
Simpaticomiméticos, como efedrina,
seudoefedrina, fenilefrina y fenilpropanolamina, utilizados selectivamente en
los preparados anti congestivos, anorexígenos y antiasmáticos;
·
Antiácidos, laxantes y catárticos;
·
Preparados tópicos (cutáneos, rectales y
vaginales), que incluyen corticoides, anestésicos locales, astringentes (zinc,
bismuto), etc.
Por lo
general, todas las medicaciones citadas son relativamente seguras para las
madres que amamantan a sus hijos si se toman durante poco tiempo y en las dosis
prescritas en los prospectos. En los fármacos de venta libre se usan los menos
tóxicos, a las dosis terapéuticas efectivas mínimas.
Fármacos de
prescripción médica
·
Analgésicos. Los salicilatos y el paracetamol
parecen seguros a dosis terapéuticas. Para el ibuprofeno no se dispone de
información. Los analgésicos opiáceos (p. ej., codeína, morfina, meperidina o
metadona), a dosis terapéuticas únicas, se excretan en la leche en
concentraciones muy bajas que apenas afectan a los lactantes. Sin embargo, las
madres adictas a los opiáceos jamás deberían amamantar a sus hijos.
·
Antibióticos. Pueden tomarlos las madres que
amamantan a sus hijos sin riesgos importantes para éstos. Sin embargo, dado que
casi todos los antibióticos se excretan en la leche, los lactantes pueden
desarrollar hipersensibilidad, diarrea y sobreinfecciones por hongos. Las
tetraciclinas (por ejemplo, minociclina, doxiciclina) deben evitarse en las
madres que amamantan a sus hijos.
·
Los antihipertensivos, los diuréticos, la digoxina
y los bloqueadores ß-adrenérgicos se pueden prescribir de forma continuada sin
que se produzcan efectos adversos importantes en los lactantes.
·
Los anticonceptivos orales preferibles son a
dosis bajas y de una única hormona.
·
Los corticoides, si se administran a la madre en
grandes dosis y durante largos períodos, pueden alcanzar concentraciones
elevadas en la leche con el consiguiente riesgo de inhibir el crecimiento del
lactante.
·
El diazepam y otros ansiolíticos son excretados
por la leche materna y producen letargia, somnolencia y pérdida de peso en los
niños alimentados al pecho.
Dosis elevadas de alcohol, cafeína y
teofilina pueden ser perjudiciales para el lactante
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