sábado, 23 de noviembre de 2013

Uso de fármacos en la latancia

USO DE FÁRMACOS EN LA LACTANCIA

Información general
Casi todos los fármacos pasan en cierto grado a la leche materna, pero el significado de este hecho sobre el lactante depende de:
·         el grado de paso del fármaco a la leche
·         la cantidad de leche ingerida por el lactante en cada toma
·         si la cantidad ingerida en cada toma es la misma
·         la frecuencia de las tomas
·         si el fármaco es absorbido por el lactante
·         si el lactante es afectado por el fármaco.
Existen problemas para determinar qué fármacos están contraindicados en las madres que amamantan a sus hijos, debido a los muy limitados estudios en el hombre. Los datos muchas veces se obtienen de informes sobre casos con un número muy pequeño de individuos o de informes anecdóticos sobre efectos adversos en lactantes alimentados al pecho que se asocian a los fármacos que toma la madre.
Pero se piensa que, a menos que un fármaco sea altamente potente y tóxico incluso a concentraciones muy bajas, o tenga efectos acumulativos en los lactantes debido a la inmadurez de su metabolismo y eliminación, la excreción del fármaco en la leche no tiene por qué representar un peligro importante para los lactantes.
Contraindicaciones
Están contraindicados de forma absoluta (imposibilidad de lactancia materna en caso de necesitarlos) los siguientes fármacos:
·         Anticancerosos
·         Radiofármacos
·         Ergotamina y sus derivados (metisergida, etc.) usados en jaquecas
·         Litio (antidepresivo)
·         Cloramfenicol y tetraciclinas (antibióticos)
·         Fenilbutazona (analgésico-antiinflamatorio)
·         Atropina (anti colinérgico)
·         Tiouracilo (anti tiroideo)
·         Yoduros (antitusígenos)
·         Mercuriales (diuréticos)
Fármacos de venta libre
Deben tenerse cada vez más presentes, debido a su disponibilidad para los consumidores y a la tendencia creciente al auto diagnóstico y al tratamiento de las pequeñas enfermedades auto limitadas. Entre ellos se incluyen:
·         Analgésicos, como ácido acetilsalicílico, ibuprofeno y paracetamol;
·         Antihistamínicos contenidos en preparados para el resfriado, la sinusitis y la tos, en los destinados a combatir el vértigo y en los somníferos;
·         Simpaticomiméticos, como efedrina, seudoefedrina, fenilefrina y fenilpropanolamina, utilizados selectivamente en los preparados anti congestivos, anorexígenos y antiasmáticos;
·         Antiácidos, laxantes y catárticos;
·         Preparados tópicos (cutáneos, rectales y vaginales), que incluyen corticoides, anestésicos locales, astringentes (zinc, bismuto), etc.

Por lo general, todas las medicaciones citadas son relativamente seguras para las madres que amamantan a sus hijos si se toman durante poco tiempo y en las dosis prescritas en los prospectos. En los fármacos de venta libre se usan los menos tóxicos, a las dosis terapéuticas efectivas mínimas.
Fármacos de prescripción médica
·         Analgésicos. Los salicilatos y el paracetamol parecen seguros a dosis terapéuticas. Para el ibuprofeno no se dispone de información. Los analgésicos opiáceos (p. ej., codeína, morfina, meperidina o metadona), a dosis terapéuticas únicas, se excretan en la leche en concentraciones muy bajas que apenas afectan a los lactantes. Sin embargo, las madres adictas a los opiáceos jamás deberían amamantar a sus hijos.
·         Antibióticos. Pueden tomarlos las madres que amamantan a sus hijos sin riesgos importantes para éstos. Sin embargo, dado que casi todos los antibióticos se excretan en la leche, los lactantes pueden desarrollar hipersensibilidad, diarrea y sobreinfecciones por hongos. Las tetraciclinas (por ejemplo, minociclina, doxiciclina) deben evitarse en las madres que amamantan a sus hijos.
·         Los antihipertensivos, los diuréticos, la digoxina y los bloqueadores ß-adrenérgicos se pueden prescribir de forma continuada sin que se produzcan efectos adversos importantes en los lactantes.
·         Los anticonceptivos orales preferibles son a dosis bajas y de una única hormona.
·         Los corticoides, si se administran a la madre en grandes dosis y durante largos períodos, pueden alcanzar concentraciones elevadas en la leche con el consiguiente riesgo de inhibir el crecimiento del lactante.
·         El diazepam y otros ansiolíticos son excretados por la leche materna y producen letargia, somnolencia y pérdida de peso en los niños alimentados al pecho.


Dosis elevadas de alcohol, cafeína y teofilina pueden ser perjudiciales para el lactante

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